viernes, 26 de abril de 2013

Un campeón del mundo en París


No todos los días tiene una la oportunidad de conocer a un campeón del mundo. Pero el pasado martes, la ocasión era perfecta. José Luis Pérez y yo estrenábamos la exposición fotográfica “España: una generación de campeones” en el Centre d'Information et Documentation pour la Jeunesse (CIDJ) de París, con motivo de la jornada “Vivre l'Espagne”. Con gran criterio, la jefa de estudios del Instituto Cervantes, Diana Krenn, nos había propuesto formar parte del acto, en el que también se daban cita la Consejería de Educación de España, la Oficina de Turismo y la Cámara de Comercio de España en Francia. Todo para promocionar España como destino de estudios, prácticas y voluntariado entre la juventud francesa. ¿Y qué mejor manera de mostrar los valores de nuestro país que mediante nuestros deportistas? Asistimos a la edad dorada del deporte español, y José Luis Pérez ha tenido la ocasión de inmortalizar a los mejores deportistas del momento.




Diseño: Enrique Escalante http://www.escalantework.com/

La exposición incluye imágenes de Iker Casillas, Rafa Nadal, Pau Gasol o Andrés Iniesta, entre otros. Pero España no es solo campeona mundial en deportes como fútbol o baloncesto: también lo es en balonmano. En enero de este año, la Federación Internacional de Balonmano y la Real Federación Española de Balonmano organizaron en España el XXIII Campeonato del Mundo de Balonmano masculino. España, al igual que Francia, estaba entre las selecciones favoritas para lograr el triunfo. Y así fue: el 27 de enero, en el Palau Sant Jordi, España consiguió una enorme victoria ante Dinamarca, a quien venció por 35 – 19, proclamándose campeona del mundo por segunda vez, tras el título conseguido en Túnez en 2005.

Y mientras preparaba los textos para acompañar las fotos de José Luis, descubría con mucha fortuna que uno de los protagonistas de aquella gesta residía en París, pues, como también ocurre en fútbol y baloncesto, esta generación de campeones de balonmano, que acumula varias medallas olímpicas, ha buscado fuera de España nuevas oportunidades y retos deportivos. Ese era el caso de Antonio García Robledo (Barcelona, 1984), el mejor lateral izquierdo de la liga española en las dos últimas temporadas y campeón del mundo, que ahora es jugador del París Saint Germain handball.

Escribirle a Antonio hablándole de nuestro proyecto y presentarse en el CIDJ fue todo uno, así que no había mejor manera de estrenar la exposición que recibiendo a uno de sus protagonistas y fotografiarlo junto a su retrato de campeón.

Se nos presentaba una oportunidad única para hablar con este campeón sobre la situación actual del balonmano. Y la primera pregunta era inevitable: ¿qué diferencias has encontrado entre la liga francesa y la española?. “Hay grandes diferencias, para bien y para mal. Yo creo que la liga española es mejor a nivel deportivo; se juega mejor al balonmano, pero la liga francesa está más profesionalizada, mejor organizada y publicitada... Aquí tiene mucho más valor la liga”. Y así, Antonio describía detalladamente el gran seguimiento que hacen los medios del balonmano en Francia, con programas propios en televisión, periodistas especializados, gran cobertura mediática y una puesta en escena digna de un gran espectáculo. Un panorama muy diferente al que se vive ni siquiera en la liga Asobal, en donde la situación está cambiando, una vez más, por la coyuntura económica. Los grandes jugadores españoles, los campeones del mundo, se marchan a otras ligas donde al menos saben que cobrarán el sueldo a fin de mes, lo cual indefectiblemente repercute en la calidad del juego. Países como Francia, a juicio del catalán, se están llenando de buenísimos jugadores extranjeros, y no es de extrañar que la temporada próxima la francesa se convierta en la segunda mejor liga del mundo, tras la alemana.

En estos temas andamos cuando se nos acercan los alumnos del Liceo Español “Luis Buñuel”, que quieren fotografiarse junto a Antonio y conversar con él. Antonio les cuenta cómo es su vida en París, y cómo fueron sus comienzos: al principio no fue fácil porque llegó lesionado (aquella lesión que le impidió ir a Londres a los Juegos Olímpicos), pero se ha adaptado muy bien al equipo y a la ciudad. Ha aprendido francés rápidamente, y como al PSG llegaron muchos jugadores nuevos y con gran experiencia a la vez, no hubo problemas en establecer una dinámica de grupo entre todos.

Lo cierto es que la charla con Antonio nos revela todo un mundo de contrastes. De pasar grandes apuros económicos con sus anteriores clubes en España a estar en uno de los grandes de Europa; de ser campeón del mundo a tener que marcharse de su país en busca de oportunidades mejores; de perderse unos Juegos Olímpicos por lesión a clasificarse para jugar la Copa de Europa.

La crisis ha hecho una profunda mella en el deporte (bien lo sabemos en Alicante...), así que no es difícil imaginar las situaciones que tuvo que vivir Antonio en una competición como la Asobal, lejos de ligas más mediáticas como la Endesa o la BBVA. Primero en Granollers y luego en León, Antonio ha tenido que afrontar todo tipo de dificultades. Por eso le preguntamos por el futuro del balonmano español ahora que ha habido un cambio de presidente en la Real Federación Española de Balonmano, que ha tomado posesión hoy mismo. Antonio tiene claro cuáles son los retos que ha de afrontar Francisco V. Blázquez García: “El balonmano español necesita un cambio. Y si hay modelos de balonmano que funcionan muy bien, como en Alemania o Francia, entonces tendríamos que copiarlos”. Con absoluta contundencia, Antonio es consciente de que la liga española cada vez puede convertirse en una competición más amateur, y apuesta por modelos de éxito deportivo como el alemán o el francés. Nos detalla la puesta en escena del handball que vive cada semana en el estadio Pierre de Coubertin de París, donde unas cuatro mil personas disfrutan habitualmente de un gran espectáculo que cuida todos los detalles. Solo es necesario echar un vistazo a la página web del equipo para darse cuenta del ambiente que se vive en cada jornada de liga. Todo esto nos lo cuenta mientras firma para nosotros una copia de la foto suya que figura en la exposición.



Del cambio de presidente en la RFEBM, al cambio de entrenador. Valero Rivera se despedía del balonmano español hace apenas dos semanas para poner rumbo a Qatar, y su lugar lo ha ocupado Manolo Cadenas. Antonio García tiene elogios para ambos: “Valero sabe lo que es ganarlo todo. Fue él quien me dio la oportunidad de ir a la selección y ser campeón del mundo, así que siempre le estaré agradecido. Lo de Qatar es una gran oportunidad para él. Allí se celebrará el mundial de 2015. A Manolo Cadenas lo tuve como entrenador en Granollers y ha sido mi mejor entrenador. Fue el año que se produjo “mi explosión” como jugador, él supo sacar lo mejor de mí”.

En ese sentido, Antonio echa de menos la cultura de equipo española, que favorece una relación más estrecha entre los jugadores. Por eso, le encanta jugar con la selección nacional. Dice que, especialmente quienes, como él, juegan fuera de España, están deseando llegar a las convocatorias con España, donde el ambiente de grupo es impresionante. Y cree que la federación debería aprovechar el tirón de los éxitos del balonmano español, tanto masculino como femenino, y no escatimar esfuerzos para darle el lugar que le corresponde. “Tenemos toda una generación de campeones que puede inspirar a muchos niños, servirles de ejemplo”. Y nos lo dice con la ilusión que le pone a su campus de verano para niños, con los que verdaderamente disfruta entrenando.

A punto de proclamarse campeón de la liga francesa (LNH) con el PSG, este lateral izquierdo está encantado de ver su foto y la de su compañero Víctor Tomás junto a la de Casillas, Gasol, Iniesta o Nadal en la exposición. Dice que ese gesto inmortalizado por José Luis Pérez “es muy suyo”, así que le preguntamos qué sintió al convertirse en campeón del mundo hace tres meses. “Aún no lo he asimilado del todo... pero pensé en todos los sacrificios que he hecho, tanto esfuerzo, tantas horas de entrenamiento... todo el camino que he recorrido hasta llegar ahí”.

Antonio se tiene que marchar a entrenar. Así que acabamos nuestro encuentro hablando de sus sueños profesionales. “Con la selección española me encantaría ganar unos Juegos Olímpicos. Y con el PSG, conquistar la Copa de Europa”. Un gran reto para el cual le deseamos toda la suerte del mundo. Y es que nada nos gustaría más que añadir a la exposición otra foto suya celebrando un gran triunfo que nos haga seguir disfrutando con los éxitos deportivos de esta generación de campeones.

Escrito por Mar Galindo

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